Procesos

Tintes naturales:

Son a base de hierbas, hojas, flores y corteza de árboles. También se incluye la cochinilla en la gama de los rojos y magentas. Es a su vez fundamental la participación de ciertos minerales como el alumbre de potasio y el sulfato de hierro, como también el vinagre.  La preparación de estas tintas lleva de 2  a 4 días cómo mínimo y la disponibilidad de material tintóreo está ligada a la estación del año. Este se cocina en grandes ollas, luego se cuela y el material de desperdicio se vierte a la tierra como compostaje. Luego se procede a teñir los tejidos y las prendas, cocinando y revolviendo una vez más. Al finalizar el proceso, los productos se enjuagan, se secan a la sombra y se planchan, conservando así el aroma natural de los distintos protagonistas (Eucalipto, Marcela, Romerillo, etc). Las aguas se reciclan un par de veces y luego se vierten a un humedal.

Los resultados visibles son colores con huellas matizadas, propias del teñido artesanal. 

En ocasiones se tiñe aplicando la técnica artesanal japonesa Shibori Itajime que consiste en generar pliegues en las telas para así lograr patrones geométricos.

 


Impresión botánica o Eco Print

Al igual que con los tintes, aquí se utiliza principalmente follaje de plantas, árboles o flores específicas, dependiendo de sus componentes tintóreos. Puede que desprendan color, tanino o inclusive ácido, entonces comienza el juego de la alquimia de decidir qué mineral se utilizará para lograr la reacción química esperada. Muchas veces también se aplican fondos de colores, a través de las tintas naturales. Se colocan las hojas o flores una por una sobre la tela previamente mordentada: preparación que lleva 2 días y se utilizan minerales para conferir al tejido la carga necesaria para que luego la huella de la planta quede por muchos años. Terminado el diseño sobre la tela, se enrolla en barrotes de madera o cañerías de hierro, a mano con mucha presión. Luego se cocina en grandes ollas por largo rato.  Al finalizar el proceso, los productos se abren, se limpian y son  enjuagados. El material de desperdicio también se vierte a la tierra como compostaje. Las telas se secan a la sombra y se planchan, conservando así el aroma natural de los distintos protagonistas (Eucalipto, Marcela, Romerillo, etc). Las aguas se reciclan un par de veces y luego se vierten a un humedal.


Corte y confección:

Cada prenda se realiza con un molde original de la marca, se corta y se cose una por una, cuidando así la calidad en las costuras y los calces.


Circularidad:

Los restos textiles también son utilizados, realizando pequeños accesorios como coleros y cartucheras.